soñando con días mejores
Dejo para la consideración de ustedes este nuevo relato, a la espera de que sea del agrado de toda la comunidad.
Son casi dos años sin contacto físico, sin el abrazo del calor de los cuerpos de los que amamos; y la esperanza del próximo encuentro se ve lejana.
Yo trato de no entristecerme por eso; él está bien, lo veo alegre y haciendo las cosas que le gustan. Sé que si se hubiese quedado aquí la estaría pasando muy mal. Pero hay instantes en los que me saltan los recuerdos, el mar, nuestra risa tirados en la cama hablando de cualquier cosa y su abrazo, entonces en esos momentos siento una sensación de miedo, como cuando damos un paso en falso y sentimos que el mundo se hunde; pero se me pasa rápido, y me río.
Sueño con el reencuentro, me abrazo al sentimiento de todos los que como yo están parados en lo más alto de la montaña, con los brazos en cruz, mirando el horizonte, soñando y luchando por días mejores.