Zaguanes de Cumaná: pasillos de la memoria (fotos propias)
En otra ocasión, en la anterior plataforma, hablé del zaguán, que, tal como lo define el Diccionario de la Lengua Española (RAE), es un "espacio cubierto situado dentro de una casa, que sirve de entrada a ella y está inmediato a la puerta de la calle". Sabemos que el vocablo tiene su origen en el árabe hispánico y que su uso se remonta al siglo XVI. Desde entonces y hasta el siglo XIX fue un elemento constitutivo de la estructura arquitectónica de la casa española, particularmente andaluza (la llamada "casa-patio"). Como lo precisa la fuente consultada, "el acceso principal desde la calle se produce a través del zaguán, desde el que, a su vez, se accede al patio columnado, en el que se encuentra la escalera y las habitaciones principales de carácter más público".
Con la colonización española de Venezuela se impuso en nuestra arquitectura a partir entonces el uso del zaguán (en las casas de familias pertenecientes a los sectores sociales "acomodados" o "pudientes", según terminología muy usada a la sazón). Como en muchas otras ciudades de nuestro país, en Cumaná perviven (¡ah, suerte!) casas –algunas venidas a menos– donde el zaguán se conserva. Aparte de su carácter estructural-funcional, el zaguán es (o era) un espacio de grata estancia, aunque esta fuera pasajera (refrescaba del calor exterior, descansaba nuestra visión con su ambiente sombreado) y nos introducía a una realidad diferente.
Yo viví o frecuenté varias casas de Cumaná con zaguanes. Su presencia está en mi memoria afectiva; incluso los he incorporado a mi poesía, como en el poema en prosa "Umbral" de mi primer poemario (Breviario de sombras, 1991): "La luz empozada de los zaguanes se confunde con el reflejo de los ojos felinos que, como soles de ónix, los ocupan". Pude hacer fotografías de algunos, y una modesta muestra de ellas las comparto en este post.




Las fotos fueron hechas con una cámara analógica Pentax Espio 115V
Referencia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Zagu%C3%A1n